domingo, 22 de mayo de 2016

Una noche que no espere la mañana

"Una noche que no espere la mañana." Casi desesperadamente rasuro mi tosca barba, disumulando el dolor agudo de los cortes que la hoja deja tras cada roce. Casi botando el agua mi rostro recibe un torrente que se sacude por una vieja toalla, no hay tiempo de cepillarse los dientes. Una última mirada en el espejo y como liebre ya estoy bajando las escaleras.

Los nervios entorpecen mis pies y el embrague no funciona, salgo en primera y al siguiente segundo cambio a tercera. La mayoría del camino lo hice en cuarta y ningún semáforo estaba en rojo, la pista vacía y con las calles desiertas voy a buscar la madrugada que me llevará a tus pies. Solo quiero que me digas que me amas, que  no soy lo que soñabas pero que algo de mi esta en tu mente y por eso estoy tan apresurado.

Temo no encontrarte, temo quedarme solo y pensar toda la vida que hubiese pasado si no te buscaba. Me aterra que me digas sin palabras lo que yo quisiera escuchar a gritos. Quisiera que te quedaras para mi, solo para mi.

Freno en seco y toco tu puerta. Las luces estan apagadas y vuelvo a casi rasgar la puerta, una luz se enciende y mi corazón vuela. Abres lentamente y me miras con los ojos infinitos y sin decir nada lo sé todo. Sé que no me dirás que me amas y que me pediste que te buscara porque insistes en burlarte de lo patetico que puedo ser. Pero yo quiera que con calma me desnudes y te quedaras para mi. Quisiera una noche que no tenga mañana. Quisiera estar en el camino sin luces rojas, en quinta, con las lunas cerradas y los faros encendidos. Quiero que me digas que me amas y que nunca soltaras mi mano pues estoy enamorado de ti, tan enamorado que no me importó ir a tu casa a la medianoche a escuchar lo que sabia y no quería escuchar. Quisiera una noche que no espere la mañana.