martes, 21 de marzo de 2017

HB

Feliz cumpleaños Verito. Verito, Verito. Después de tiempo, de mucho tiempo, puedo escribirte sin que se me estruje algún sentimiento reprimido. Me mantenias vivo, azotabas mi mente con un viejo recuerdo que llegaba sin saber por qué ni cómo, aunque tal vez sean las viejas canciones o la terrible soledad que me aquejaba.

Hiciste de una etapa de mi vida un mundo absorto, dependiente de los textos sobre ti, sin tu nombre pues hasta escribirlo me dolía. Ahora el tiempo me ha curado y te escribo para dejar todo atrás, para hacer lo que en un tiempo era más lógico, pasar la página, sin rencores, ni resentimientos, con la pura sinceridad de mi alma sosegada.

Es increíble lo atormentado que vivía y todo eso solo se calmaba cuando escribía, cuando vomitaba palabras desesperadas y ansiosas de que las leas, o cuando exhalaba letras románticas tan bien construidas que merecían un libro. La tormenta pasó querida y sobreviví, a pesar de las heridas que yo mismo abrí, de las cicatrices que yo mismo suturé y de los textos que yo mismo escribí.

Te he visto, a veces de frente, a veces de costado. Una sola conclusión reduje de estos encuentros fugaces: ¡hemos cambiado tanto! Nos merecemos la felicidad que ostentamos, ha sido bien recorrido el camino que nos ha llevado a esto.

Gracias Verito, fuiste la que inspiró mis textos mas ácidos, la culpable también, de románticas palabras que salían de mis venas. Te amé tanto y amo aun algunos recuerdos que ya son intemporales y de los cuales hemos dejado de ser protagonistas, pues ya no somos esos, los de parajes extraños y hermosos, que conjugan los labios clandestinos de un amor falaz.

Disculpa Verito, por importunar, insitir, soñar, volver, amar, besar, escribir, citar, recordar, renegar y entregarme a la absurda idea de que lo que pasó significó un punto infinitésimamente pesado e infinitamente denso que perduraría por siempre como una novela de Gabo.

¿Puede que me equivoque?


domingo, 19 de marzo de 2017

Dedo meñique.

Todo ha cambiado por ti. En el orden establecido por la soledad de años anteriores, en el caos  generado por fracasos pasados, todo ha cambiado ya. En el camino desolado de mis sentimientos has colocado globos de colores dejando un rastro de sonrisas que yo sigo sin distracción. Paso a paso encuentro palabras que estaban olvidadas y que tu descubres nuevamente con un sentido tan romántico que no nos queda mas que entregarnos.

Es muy difícil encontrar las fuerzas para no salir corriendo a buscarte, a abrazarte o a solo desearte "buenas noches, princesa". Atravesar la exorbitante distancia que nos separa solo para tocar tu mano y rosar tu mejilla. Por ahora recorremos el interminable camino que nos separa con palabras, me enamoro con los "mando yo" "te quiero" "te gané" "¿amor, que haces?" "no te creo" "te creo" o hasta las caritas que colocas en nuestras conversaciones.

Te confieso, princesa, hace mucho tiempo que no me sentía tan feliz, tan completo, emocionado y comprendido. Hasta me parece que hay algo que trama la vida conmigo, algo que todavía no comprendo pero que esperaré estoicamente. Por ahora soy afortunado porque puedo quererte y no se hasta cuanto pueda hacerlo, cada vez que te escribo "te quiero" siempre hay mayor intensidad en mis palabras y contrario a lo que en algunos momentos te diga, creo que mi amor bastaría para los dos, sinó me quieres como yo a ti, no importa, yo te puedo dar mas amor para que me quieras.

¿Ves cómo has cambiado todo? Mi mundo desde que llegaste, esta reconstruido, engaña al tiempo y al espacio con mensajes, con besos y con semáforos eternamente en rojo. Disfruto nuevamente de los sentimientos y cada vez que te veo mi corazón se sobresalta como el de un adolescente.

Desde que la vida nos juntó no he hecho mas que sonreir, princesa, tomar tu mano y camniar siempre será un sueño. Te he prometido hacerte reir siempre, me has prometido seguir siendo lo maravillosa que eres, dedo meñique, es dedo meñique, a oscuras y con nada que oculte nuestra alma, para siempre me has dicho y en ese camino nos estamos metiendo. Para siempre si tu quieres, amor.


domingo, 12 de marzo de 2017

De regreso!!!

Por la ventana observo tu reflejo. Freno y tu mejilla roza nuevamente mi hombro, tus manos aprietan mi brazo y vuelven a tocarme con delicadeza. Rojo y beso tu frente. Te digo que te quiero mucho, mucho, mucho. Tu me miras y sabes lo que quiero, lees mi mente o mis ojos o tal vez mis labios que silenciosos reclaman rosar los tuyos, con vergüenza, con deseo que desprende una parte de mi que a cada beso se queda contigo.

Verde. Primera y acelero. Mi corazón se aquieta, sosegado pienso que no quiero llegar, quiero una autopista infinita y que el tiempo no pase, que me de una chance de ser feliz. Segunda. Huelo tu cabello y memorizo el olor, lo guardo para que no se desvanezca,en la noche que se torna mágica contigo, solo contigo. Tercera y escucho tu voz cantando, mas desafinada que yo  pero con sentimiento, como debe ser pues la música no se escucha, se siente.

Rojo y soy feliz, te miro, sonríes y cuentas 40, 39, 38..., cierras los ojos y me besas, un beso infinitamente esperado y deseado, un beso alumbrado por las luces traseras de los otros autos en un lugar que existe solo porque estamos ahí. 9, 8, 7... reniego y tu sonríes. Verde.

A veces tengo miedo, me siento inseguro de lo que yo pueda sentir, te doy libertad pues no soy nadie bueno para aferrarse, tengo cientos de defectos, pero tu amor me descubre, me haces vulnerable, sensible al rechazo, a la duda, sin embargo, después de todo tengo solo una conclusión: te quiero y no quiero disimularlo y por eso te lo digo y te lo escribo, te quiero para mi, te quiero en mi vida el tiempo que quieras quedarte (yo quisiera para siempre), te quiero ver todos los días y besarte, te quiero tomar de la mano y ser envidiado por todos, pero sobre todo te quiero por una simple razón: Te quiero porque me comprendes, parece que sientes como yo, por eso te quiero y tambien quiero que tu me quieras mucho, mucho, mucho.

Rojo y te codeo solo para que sonrías, lo haces y en el beso infinito me hace sentir tu respiración un poco agitada, sonríes en medio beso y abres los ojos viendo el semáforo y vuelves a contar con la sonrisa que siempre tengo en mente.

Princesa, quiéreme, porque yo ya te estoy queriendo, piénsame porque yo te tengo en mi mente todo el día, extráñame porque yo ya no se que hacer para estar contigo. Abrázame cuando me veas y sonríe siempre que de eso me he enamorado, de tu forma de reír cuando te digo algo y de tus ojos cuando me miras caminando por la playa.


martes, 7 de marzo de 2017

Riesgo Calculado

¡Era cierto! Todavía puedo sentir la emoción de mi corazón a punto de enamorarse. Todavía mi piel puede erizarse al ver su sonrisa o recordar sus labios. Mas aún, todavía me puede enternecer la interminable espera hasta escuchar lo que hace una semana pensaba imposible. Sí.

Sí.

Sí. Me arriesgo, lo he pensado y sí.

A pesar de mis desánimos y nuestras diferencias, a pesar de nuestros pasados y tus preguntas veo que algo empieza de forma extraña y feliz. Veo que eres valiente, terriblemente osada y espectacularmente tierna hasta para hacerme esperar por una increíble respuesta.

Te pienso frente al mar, con el viento estropeando tu cabello, sentada sobre mis piernas  y rodeada de mis brazos. Te encuentro en los besos húmedos y perfectos, en nuestros primeros pasos tomados de la mano burlándonos de la gente que aparece y que no hace mas que estorbar una felicidad inesperada.

Te beso y siento el sabor del vino rodeado de incertidumbre, no sabemos lo que pasará, no sabemos lo que el tiempo nos muestre, solo tengo la certeza de que eres lo que el tiempo me hizo esperar, lo que el destino me había negado por mucho tiempo y que yo ya había dado por perdido.

Te quiero. Sí. Te quiero, con miedo, con temor de no poder ser todo para ti, con espanto de no estar cuando necesites mis brazos, con pánico de verte solo en recuerdos, pero a pesar de todo, te quiero, conociéndote poco, te quiero. Viendo tus defectos, te quiero y no habrá motivo para hacerme retroceder ante lo que siento pues ya no mando yo. Manda tu sonrisa, mandan tus labios, manda el semáforo en rojo y mandan tus manos que tienen la cicatriz de niña traviesa.

Así pues, entonces no hay lucha mas dificil que la que no se enfrenta, no hay camino mas complicado que el que no se recorre, pues es terrible no verte, no tenerte siempre, pero con lo que nos toca me conformo, pues tus textos solo hacen que mi rutina se encienda de colores que se desprenden del ocaso que presenciamos besándonos frente al mar y a los extraños del acantilado miraflorino.


jueves, 2 de marzo de 2017

Caliente!!!

Cada vez que el viento agitaba tu cabello, mis ganas por volverlo a colocar en su lugar solo se frenaban porque veía tus manos blancas rosar tus mejillas. De tarde vi tus ojos perdidos entre la duda de lo extraño, es raro, es cierto, pero siempre lo va a ser, pues nunca seré lo que esperas, aunque a estas alturas si quisiera serlo.

Te ríes de todo y quiero ser eso para ti. Quiero ser tu sonrisa dibujando la belleza en tu rostro, la palabra que lees con emoción, la razón de que te quedes en silencio entre mucha gente, tu mirada fija entre el bullicio.

Sé que no entiendes lo difícil que puede ser este camino, las distancias que debemos de sortear y los espacios que debemos encontrar, tal vez ni siquiera pueda prometerte nada, pues cuando digo algo lo cumplo y contigo no sé que me espera. Es raro, tu lo has dicho.

Aunque no tengo mucho que ofrecer al menos me quedo con lo que ya he ganado, un lapicero, el recuerdo de tus labios y una duda: frío, tibio o caliente.